miércoles, 21 de marzo de 2018

Desescolarizando la vida

Pensé mucho en escribir este post, lo tenía pendiente, ya que mucha gente se asombra cuando digo que mis hijos ya no van a la escuela, ante tantos cambios en mi vida y lo drástica que siempre he sido, me atrevo a decir que de todas las decisiones radicales y riesgosas que he tomado esta ha sido la mayor.
Sin embargo no fue una decisión difícil, curiosamente hace un año nuestra vida dió un cambio de rumbo, mudarnos de ciudad con nuestros sueños y los mas de 3000 libros de la biblioteca ya era de por si para muchos una locura como casi todo en mi vida, así que viendo la riqueza de poder al fin construirnos nuestro propio estilo de vida adecuado a nuestros valores la consecuencia mas obvia era justo esa, desescolarizar a nuestros hijos y no nos arrepentimos ni un solo segundo de haberlo hecho.

Vamos apenas en nuestro primer año, era para mi como psicóloga angustiante ver lo que sucede con los niños y el sistema educativo, me conflictua siempre quejarme y no hacer nada, o peor aun resignarme y contradecirme, eso no va mucho conmigo y menos si ahora tengo que darle un ejemplo a otros seres que confían y creen en mi. Me he declarado muchas veces antisistema, mi último intento por ser normal, fue entrar a la Universidad a dar clases, tengo tanto que enseñar, y fue toda una aventura, mis alumnos repetían constantemente que jamás habían tenido una maestra como yo, pero esto no fue nunca un cumplido, algún día escribiré sobre esto, llegaron a decirme que los hacía pensar demasiado y que mi obsesión por la filosofía no les agradaba, en fin que la gran conclusión fue, que si la escuela era para mi un conflicto era muy lógico que no encajara como maestra, y sí, es muy probable que rompiera con muchos esquemas, y no podía ser la maestra que ellos esperaban, no como los demás, justo después de esa experiencia y lo que aprendí de mis alumnos, fue que decidí que no deseaba que mis hijos terminaran como ellos.

He tenido la adorable fortuna de tener un esposo con el que concuerdo en los ideales y valores, eso ha sido una enorme bendición y ahí estábamos José y yo ante este enorme reto, tomar la decisión de por fin hacernos cargo de la total educación de nuestros hijos.

Al principio lo mas duro es dudar de tu decisión pero confieso que esto sucede por que los que están a tu alrededor dudan de ti, aunque no te lo digan directamente, se lo dicen a tus hijos: "tu mamá no tendrá tiempo", "tu mama no es maestra" y a eso agréguenle que les cuestionen cuando los ven que están estudiando o que están aprendiendo, la presión se vuelve gigante.

Había leído mucho sobre la importancia de desescolarizar nuestras mentes y es real, concluimos José y yo que el secreto no era llevarnos la escuela a casa, pero nuestro problema es que él y yo habíamos crecido así y la escuela ya la llevábamos dentro, a pesar de que nos hemos resistido a seguir fiel a un sistema que no funciona y esto lo digo en general, ya que trabajamos por nuestra cuenta y eso no ha sido fácil, ahora me doy cuenta que no lo ha sido por que la escolarización mental nos lo ha dificultado, así que optamos por tomarnos un año para conocernos, descubrirnos y observarnos, hicimos una lista de prioridades.
Otro de los grandes motivos para esta decisión fue que nuestros hijos no podían acudir a las actividades extracurriculares que tanto amaban y disfrutaban y me atrevo a decir que eran justo esas actividades las que eran importantes, por que eran sus mejores habilidades ya no hablemos de intereses lo que ponían en practica y ¿no es justo de eso de lo que se trata la educación?, ahora pueden disfrutar de esas actividades y a pesar de que vivimos el punto mas crítico de nuestra economía pues estamos empezando de cero una vez mas, puedo decir que es el dinero mejor invertido y ya no siento la presión de pagar por una escuela que no les ayudaba a descubrir quienes son.

Tardé en darme cuenta, pero todo pasa en el momento justo, Sofía tiene 14 años y estudió hasta el 1o. de Secundaria, Rafael tiene 10 y estudió hasta el 3o. de Primaria, aunque no lo terminó. Me he documentado durante tantos años que la información no nos hacía falta, lo que necesitabamos era la seguridad, y reconozco que recobrar mi autoestima, mi seguridad no ha sido sencillo y tal vez esta decisión fue mi graduación.

Recuerdo cuando entró Sofía a la secundaria, fue de los momentos mas angustiosos que vivimos con la escuela, la cantidad de tarea era increible, Sofi toca el violín y en ese entonces estaba en la Orquesta Sinfónica Juvenial, los ensayos eran una tortura pues no tenía tiempo, hasta que un día la vi con su uniforme sin bañarse frente a la computadora a media noche haciendo tarea, y por una cuestión el trabajo se le borró y ha llorado amargamente, y fue que le dije: "esto ya no puede continuar, mañana mismo te saco de este colegio", y me contestó: "No quiero ser una fracasada, tengo que poder" y le dije que esto no se trataba de que si no podía era un fracaso, era que esto rebasaba lo normal y lo adecuado, que nadie cuerdo continuaría con esto por que el precio ni siquiera era el fracaso, era algo mucho mas valioso y que yo no estaba dispuesta a permitirlo. Agreguemos los problemas de Bullying que ya se dejaban ver en el colegio y cuando fui a hablar con la directora ella misma me recordó lo que yo ya sabía pero curiosamente pasó un año mas para que yo sacara a Sofía de la escuela, por que en ese momento lo que hice fue cambiarla de colegio, me dijo: "la escuela tiene un estandar que cubrir, pero yo se que para ti eso no es importante" y le contesté: "efectivamente lo mas importante es mi hija".

Muchas cosas han pasado en este  año, un nuevo hogar, una nueva ciudad, dejar todo atrás y empezar de nuevo, limpiar nuestras mentes y abrazar nuestra nueva historia, nuevos amigos, nuevas experiencias, 24 horas juntos como jamás lo habíamos vivido, recuerdo que cuando me diagnosticaron Lupus mi mayor miedo siempre fue no tener tiempo suficiente para estar con ellos y disfrutarlos, y eso se acabó, al fín puedo estar con ellos y puedo además compartir algo mucho mas que mi tiempo con ellos, puedo compartirles mi vida entera.

Gracias a los que han llegado hasta aquí leyendo esta pequeña reflexión de mi nuevo blog, he decidido iniciar de lleno la aventura y cerrar un ciclo, mi blog EN VOZ ALTA significó mucho para mi en varias etapas de mi vida, y ahora renovada y renacida estoy aqui dejándoles hoy un pequeño maullido.

De la página Cosas de Homeschoolers

Les comparto la imagen de un rompecabezas de 1000 piezas que justamente hoy terminamos de armar los 4 juntos, es un librero lleno de libros, para los que conocen nuestra historia sabrán que es muy significativo ya que representa literalmente nuestra historia para los que no la conocen todavía les cuento que fundamos una biblioteca hace 4 años, y vivimos justo en ella y fue por eso que nos mudamos, ya les contaré en otro momento.




Aqui puedes leer la 2a. y la 3a. Parte de Esta entrada
Desescolarizando la vida (2a. Parte)
Desescolarizando la vida (3a. Parte)

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