lunes, 21 de agosto de 2023

DE LA PANDEMIA A LA COTIDIANIDAD. (De la realidad a la evasión)

 "Cualquier idiota puede superar una crisis, es la vida cotidiana lo que te consume" - Anton Chéjov

La última entrada de mi blog fue en el 2021, no puedo creer que ha transcurrido tanto tiempo, pero si hago un recuento de hechos en mi vida, recapitulo y es asombroso todo lo que ha pasado.

Estoy aquí de nuevo por que escribir me libera, me reconforta y me enfrenta siempre con la verdad, a veces una que no quiero ver, o que más bien me da miedo enfrentar.

Quería contarles todo lo que ha sucedido, para poder también recordar y no olvidar que sigo en pie, que no me detengo y no pienso detenerme. Tal vez lo haré unos minutos, unos días, para retomar fuerzas que de pronto se me van. 

Mucha filosofía y muchos maullidos, más de los que pudiera imaginar. Para ser exactos lo último que realmente escribí en estas páginas virtuales fue un artículo en donde hablaba de la realidad y seguíamos en medio de la pandemia, la frase "La tarea de la realidad es despertar las preguntas últimas" encabezaba mi desahogo, y contaba las huellas que la realidad en ese momento dejaba sobre mí. En otro artículo anterior narraba el sentido que descubrí en todo lo que me pasaba, y es justo ahora lo que también intento aclarar.

Trabajé muy duro durante esos días, de forma incansable. Las personas tenían una enorme necesidad, tanto como yo, de sanar, de iniciar procesos. El dolor, la realidad era cruda, así que no me detuve, di muchísimos talleres en línea y terapias individuales, escuché historias duras y crudas de muchas pérdidas, algunas eran de seres queridos, otras cosas materiales, trabajos, parejas, identidades, todo estaba ahí, yo escuchaba atenta, acompañaba y en la intimidad como siempre hacía el mío, era sorprendente ver que mi profesión cobraba sentido como nunca antes lo había tenido.

La disponibilidad de las personas era increíble, el taller de escritura terapéutica tuvo muchísimo éxito y llegó a tener cuatro niveles. Como siempre mi enfoqué filosófico hacía enfrentar a las personas con algo más que su sombra y agradezco que me permitieran acompañarlos en su duro despertar como le llamaban algunas de ellas.

Di conferencias y cines filosóficos, en donde se abordaba de manera extensa el tema de la película. Pero al terminar los cuatro niveles del taller las personas sentían que ese camino que aun empezaba daba para más, y descubrí que lo mismo pasaba conmigo, aun había mucho más por andar, y empecé a dar talleres de filosofía. Me resistía tiempo atrás por que pensaba que no era una experta y que me faltaba sabiduría para poder enseñar y compartir. Pero fui honesta conmigo y descubrí que la más necesitada de filosofía en medio de todo ese desorden pandémico era yo y a petición del público armé mi primer taller sobre la filosofía de las emociones.

De ahí no nos hemos detenido, de una comunidad terapéutica bellísima formada en la virtualidad, nació un grupo de filósofos aprendices por llamarlos de alguna manera, que han quedado prendados de lo que la filosofía regala, obsequia y al mismo tiempo arrebata. Me di a la tarea de crear muchísimos talleres, explorando temas diversos, la nostalgia del absoluto, en busca de la realidad, una hermosa introducción al mundo filosófico con la filosofía para náufragos, el sentido del sufrimiento y no podían faltar un hermoso taller sobre la filosofía del plan de vida, una guía existencialista y el que más les ha gustado, la filosofía y psicología de los 7 pecados capitales.

Todo este paseo filosófico me ha enfocado más de lo que esperaba, la huella que la realidad dejaba en mi en ese momento se hacía mas latente, así que escribí un libro. Ese proyecto que llevaba años rondando mi cabeza al fin se materializaba, la pluma me exigía, mi corazón lo necesitaba, y me atreví a dejar que las letras hablen y a desentrañar lo que mi existencia me ocultaba.

Nació la primera parte de mi autobiografía, la titulé EL GATO DE ALICIA, UNA SONRISA SIN GATO, como buena existencialista no solo narré mi historia, usando a Alicia de Lewis Carroll como alter ego, atravesé el espejo y me lancé con mi infierno y mi purgatorio a firmar libros a la Feria Internacional del libro de Guadalajara. Lo recuerdo y no puedo creerlo.

 Mientras todo esto pasaba, la biblioteca continuaba cerrada, como tal vez muchas cosas en mi vida que no terminaban todavía de abrirse. Mi libro está narrado en tres tiempos, en esta primera parte publicada está el infierno y el purgatorio, use la analogía de la divina comedia, uno de mis grandes libros favoritos para establecer una estructura y tener un punto de partida más que me permitiera armar el rompecabezas. Es el paraíso el que está pendiente y en el que sin querer me he sentido atorada en este 2023 que va ya a la mitad.

José y yo nos dimos a la tarea de remodelar la biblioteca, era tal vez algo concreto que nos ayudaba a sentir que no estábamos estancados. Materializar es algo que me enfoca y me dirige sobre todo porque a veces siento que no poseo nada material. Cuando mi padre murió pensé que no haría lo mismo que el, siempre digo que hacer lo opuesto no es hacerlo diferente, y creo que hice lo opuesto, me lancé al mundo intentando librarme de las cadenas de lo que según yo lo aprisionaron, y he terminado igual sin nada en los bolsillos, aunque en realidad el si tenía algo que yo aun no tengo, una casa.

Lo único concreto que poseo son mis más de 3000 libros, ellos son por ahora mi casa, es todo lo que heredaré a mis hijos. Libros que en su mayoría no han sido míos, pues son donados, como esas historias que las personas me comparten en los talleres y en las consultas. Mi historia parece estar formada por historias que no son mías, de ahí nace la necesidad de contar la mía, para rescatarla y que no se pierda entre tantas otras.

Decidirnos a invertir todo lo que ganamos y juntamos durante la pandemia en la biblioteca fue una decisión complicada, no ha sido fácil, desprenderme de lo material que logré juntar después de no tener nada en los bolsillos, me deja a veces con la sensación de que vuelvo a quedarme sin nada. Pero no es así.

Mi hija Sofía ha terminado la universidad, gracias a la desescolarización teniendo tiernamente 19 años finaliza la carrera, tal vez no en la mejor universidad que yo hubiera querido, pero es lo que mi corazón ha podido darle, espero que eso no merme ni desmerite en su interior el valor que pueda darle a su talento como diseñadora que es enorme y mi hijo Rafa hace unas semanas a sus 15 años presentó su examen para certificar la preparatoria, y le ha agarrado una pasión inmensa a la música, especialmente a la clásica y está por presentar su examen en bellas artes por que desea con toda su pasión ser concertista.

La biblioteca se reinauguró hace casi ya 2 meses y medio, y nos ha quedado hermosa, José mi amado arquitecto ha puesto también ahí todo su amor, y ha hecho un diseño que le admiro. Las personas llegan y al ver la transformación no dan crédito, ha quedado sublime. Es nuestro refugio, y nuestro obsequio al mundo que camina desesperanzado. Y es así que recobramos fuerzas para continuar, en días como hoy que el insomnio me abandona y me deja descansar, puedo madrugar tranquilamente sintiendo que he descansado y es que me doy permiso para escribir estas líneas, para materializar mis emociones, mis pensamientos, mi dolor y mi alegría. 

Terminada la pandemia me doy cuenta que esa necesidad que todos teníamos de abrir nuestros corazones y sanar nuestros dolores se ha vuelto a quedar encerrada en un cajón. Salir al mundo a enfrentar la realidad no es una opción, es curioso que estando encerrados no nos quedara de otra mas que hacerlo, pero ahora que vamos a su encuentro lo que hacemos es intentar evadirla, y recurrimos a los deseos, los placeres, a todos los estímulos que nos regala el consumismo y el relativismo de la posmodernidad para perdernos de nuevo hasta que aparezca otra pandemia o el apocalipsis zombie que predicen los canales de streaming.

Las personas ya no necesitan los talleres como antes, ni los procesos terapéuticos para sanar, de nuevo los psicólogos y los filósofos ya no somos tan indispensables, las crisis existenciales que afloraron en medio de la crudeza se van diluyendo, hasta que la cotidianeidad se vuelva nuestra pandemia personal.  Eso sí mis filósofos virtuales siguen al pie del cañón, y continuamos, y les agradezco que me permitan seguir filosofando con ustedes, aun nos quedan muchos temas, la filosofía lo ocupa todo, lo cuestiona todo y nos sigue abriendo los ojos.

Y aquí seguiré escribiendo, intentando narrar el paraíso, que por ahora son más de 3000 libros que yacen en estantes enormes perfectamente diseñados para albergar historias que esperan mientras yo termino la mía en ese segundo libro. Para que una vez terminado pase a formar parte de esos estantes en espera de que alguien más lo lea, haga suya mi vida y me permita acompañarle no como terapeuta, sino como Alicia o como Mariluz, en esa búsqueda que he iniciado y a la que aun le falta mucho por desentrañar.






miércoles, 11 de agosto de 2021

EL OLOR DEL AMOR - Recuerdos

 Este escrito lo publiqué el 19 de Agosto del 2010 en un blog que abrí hace muchos años en honor a mi padre, su partida fue muy dura para mi, ahora después de muchos años me queda mas claro por que me dolió tanto.  Actualmente me encuentro haciendo una limpieza de mi vida y de muchas cosas en particular, iré rescatando algunos escritos, este especialmente me ha gustado, a veces me doy a la tarea de reescribir lo escrito en el pasado, esta vez deseo compartirlo tal cual, no le he cambiado nada, me hizo pensar muchísimo, se habla del miedo que la juventud actual tiene sobre la paternidad y la maternidad, sin entrar en detalles de si eso es mas un signo de responsabilidad o de miedo a ella, mi artículo es muy claro al respecto, igual me hizo reflexionar sobre todo con el tema de la pandemia, de esa enfermedad tan terrible que nos roba el olfato y a los seres que amamos, espero que lo disfruten tanto como yo.


Las cosas que vivo con Sofía y Rafael me fascinan... no puedo evitarlo... hoy leí en el facebook un artículo que hablaba de estudios realizados para medir si las personas son mas felices con hijos o sin hijos... la verdad me dio risa... primero tendríamos que definir la felicidad, que en estos tiempos resulta tan diversa, y tan material, al final es fácil echar la culpa a otros de nuestros errores, nuestros defectos y nuestros problemas, los hijos muchas veces vienen para eso y entonces decir que por su culpa somos infelices viene todavía mucho mejor.

Los hijos nos enfrentan, nos confrontan, miran la realidad a través de nuestros ojos, de nuestras actitudes, de nuestra vida misma... la gente que opta por pasar poco tiempo con sus hijos prefiriendo el trabajo y otras circunstancias es de entenderlos, claro que estando con ellos puedes ser infeliz, porque exigen, porque cuestionan, porque te hacen pensar en situaciones que no deseas, los niños no evaden, enfrentan, los adultos somos buenísimos para evadir... hemos creado en el transcurso de nuestra vida un sin fin de mecanismos para no mirar la realidad, los niños la miran y nos la recuerdan TODO EL TIEMPO, lo bello y lo feo, lo que encanta y lo que duele, y en la mayoría de los casos son nuestro espejo, un espejo en el que miramos mas nuestros defectos que nuestras virtudes, por eso los eitamos, por eso no les daos tiempo o cuando estamos con ellos nos irritan, nos molestan, NOS HACEN INFELICES, ¿quién es feliz con alguien que te enfrenta a la realidad que no te gusta? 

Siendo así, estoy de acuerdo con las investigaciones... LOS ADULTOS SON MAS FELICES CUANDO NO TIENEN HIJOS... por que pueden evadir la realidad de mil formas sin que nadie les cuestione ni les recuerde nada, UN HIJO te ayuda a mirarte a ti mismo, tu rol de padre no es necesariamente un trabajo bien o mal pagado, es una circunstancia de tu vida que te exige, que te pide y que te da, tener en tus manos una vida, un ser y acompañarlo para darle lomejor y lo peor de ti no es nada fácil, es la tarea mas complicada, y mas exigente, por eso no es fácil enfrentarla, y es que es cirto, todo el mundo quiere ser feliz, nadie quiere el dolor de una pérdida, de una exigencia, de un reclamo, de una enfermedad, de la presión económica, o de un sentimiento de culpa.

Para ser padres se educa con el ejemplo, con nuestra propia existencia, no son válidos los discursos, las palabras se las lleva el viento, y si los discursos no tienen sustento con los actos, peor aun, es increíble escuchar a los niños llamar a los adultos MENTIROSOS, "dicen una cosa y hacen otra", ¿quién se siente feliz después de eso? solo alguien que quiere ser mejor, solo alguien que ama la introspección y el autoconocimiento, solo alguien que mire en los ojos de sus hijos las preguntas mas certeras de la vida.

¿Y qué podemos decir de los miedos? los miedos más profundos crecen cuando somos padres, y ¿quién quiere tener miedo? ¿quién quiere vencer y enfrentar sus miedos?

Hace unos diás Sofía me decía: "MAMA HUELES RIQUISIMO...ME ENCANTA TU OLOR...CUANDO NO ESTAS EN LA CASA ME PONGO TU PIJAMA ENCIMA Y SIENTO TU PIEL SOBRE DE MI...HUELES TAN RICO...Y CUANDO NO ESTAS SIENTO QUE ESTAS CONMIGO..." sonreí y lloré, no pude evitarlo, recuerdo que era exactamente lo que me sucedía con mi madre y con mi padre también, sus olores impregnados en sus prendas me encantaban y los comentarios de Sofía me hicieron recordar algo que mi padre siempre me decía, que le encantaba mi olor, que olía a bebé, que a pesar de ser adulta mi olor siempre fue el mismo y que le gustaba, por eso cuando Sofía me dijo que mi olor le encantaba me conmovió muchísimo.

El amor tiene olor, eso es cierto, y los olores no solo nos traen recuerdos, nos inspiran seguridad, confianza y calidez, los bebés y los niños tienen el olfato muy bien desarrollado, no solo es cuestión de supervivencia física, sino de supervivencia emocional. 

Recuerdo los últimos días de mi padre, su olor era muy particular, tanto medicamento, y el olor a hospital impregnados en su piel, pero ahora que no está recuerdo su perfume, Steffano, y su vasselina en el cabello que usó durante tantos años, pero sobre todo el de su amor. 

No se si mi padre hubiese sido más feliz sin hijos, la verdad su existencia me hacía sentir tan querida, tan amada, tan especial, que doy por hecho que si fue feliz.

Yo podría decir que no soy tan feliz ahora por tantas circunstancias de la vida, pero por mis hijos no, por ellos soy tan feliz, por ellos lucho por vivir cada día, por ellos tengo proyectos, planes y sueños, mi concepto de felicidad es tan sencillo, materialmente no tengo todo lo que muchos desean, pero emocionalmente me siento completa y eso se lo debo a SOFIA Y A RAFAEL, que huelen rico, huelen a puro amor. 

UN BESO A TODOS. 





lunes, 28 de septiembre de 2020

LA HUELLA DE LA REALIDAD

 “Para dejar nuestra huella en la historia hace falta que la realidad imprima su huella en nosotros”

“La tarea de la realidad es despertar las preguntas últimas”

Mariluz, ¿no te aburre la cuarentena? Fue la pregunta que me lanzó mi pacientita de 8 años en medio de su sesión de terapia, y por unos segundos me detuve a pensar, y me di cuenta que no he tenido tiempo de aburrirme en la cuarentena, que ya lleva en mi país más de 6 meses. En todo este tiempo solo he salido 2 veces de casa, soy una persona de las que llaman de alto riesgo por cuestiones de salud y es que ser ermitaña suele ser mi particularidad, y no es que me mantenga alejada de la vida, y ahora entiendo más claramente por qué. 

Los que me conocen saben que tengo una expresión para referirme a la realidad y en especial a mi trabajo: “No salgo a buscar a la realidad, porque ella siempre viene a visitarme al consultorio” , y es que en cada historia en cada situación con mis pacientes la realidad siempre viene a tocar mi puerta y es que es así como para mi funciona la realidad, independientemente de que quieras verla, negarla, o disfrazarla del color que más te acomode, al final se impone y termina estrellándose frente a nosotros.  Muchos nos molestamos, nos frustramos y como seres humanos que somos intentamos desesperadamente zafarnos de esta inefable fatalidad que es tener que mirar o enfrentar lo que tanto evitamos.

Mucho se habla de que la realidad al final tú te la construyes y que cada quien vive su propia realidad, pero eso tan particular no son muchas realidades, son las diferentes percepciones que cada uno tiene de un contexto mucho más amplio que el personal.  Cada uno de mis pacientes vive una situación pero lo que me ayuda a mirar sus circunstancias es percibir que forman parte de algo mucho más grande y que cada uno de sus problemas es una pequeña parte de una realidad más amplia llena de posibilidades que de alguna u otra forma ya sea por el dolor o por confusión simplemente no alcanzan a ver.  Identificar el verdadero problema es una parte esencial, en terapia las personas llegan creyendo que saben cuál es su problema y es curioso porque muchas veces han vivido con la consecuencia o lo que llamamos el síntoma pero lo que han deseado resolver no es quizás el meollo del asunto, y es justo porque nos instalamos en mirar solo nuestra particular percepción que es por eso mismo reducida y a la que todos llaman “mi realidad” pero si pensáramos en “la realidad”, nos abriríamos a un infinito de grandes posibilidades  y podríamos ampliar el panorama, cuando mis pacientes hacen esto se sorprenden de todo lo que no alcanzaban a mirar y con asombro ahora pueden comprender, me encanta mirar sus reacciones cuando descubren algo nuevo, novedoso y diferente.

¿Pero como puede alguien que parece estar aparentemente aislado del mundo estar tan atento a la realidad?   Hay muchas formas de excluirse del mundo, puedes estar inmerso en un sinfín de situaciones y al mismo tiempo estar alienado de la realidad, pero puedes aparentemente estar privado de experiencias y mirar la vida como muy pocos se atreven a mirar, y eso es lo que llamamos “la postura”,  la “apertura y disponibilidad de la razón” que nos abre a darnos cuenta que la realidad no es mía, no soy su dueño, que no es algo que yo construyo sino que está fuera de mi, moviéndose con vida propia, y que yo soy parte de ella, una parte muy pequeña y que eso no significa que cada acción y cada anhelo no tenga su propio poder.

Hace días descubrí en Netflix una película muy viejita, del año 97, protagonizada por Tim Allen y Kristie Alley, traducida en Latinoamérica “En la riqueza y En la pobreza” y me decidí a verla para recordar porque me gustó la primera vez. Es la historia de una pareja que vive en la riqueza, la película inicia en una fiesta donde están celebrando sus 10 años de casados, ante todos parecen felices y en eterna luna de miel, pero por lo que puede apreciarse escenas después, ya no se soportan y viven en un mundo extremadamente superficial, donde lo material y las apariencias es lo que mueve sus existencias.  El contador los ha desfalcado y ahora tienen una deuda con hacienda, son prófugos y por azares del destino al huir para no ser encarcelados terminan en una comunidad Amish escondiéndose y sin proponérselo es justo ahí alejados del mundo y de lo que todos llaman realidad que redescubren el sentido de su matrimonio, así como el valor del trabajo y del sentido de la vida.

Hay una escena bastante significativa en la fiesta de aniversario, Tim Allen está presentando ante todos su nuevo proyecto y es una especie de parque de diversiones en donde la temática gira alrededor de las religiones, una jueza que está presenciando la presentación se ofende y le recrimina la falta de seriedad ante un tema tan profundo como lo es la religión y que el desconoce y del que ha hecho una parodia en un parque de diversiones.  Esta observación marca lo que sucederá en la historia, porque mientras los protagonistas creían vivir en la realidad es irónicamente en un lugar apartado de la “civilización”, en donde personas que por voluntad propia han elegido intentar llevar una vida contemplativa para poder acercarse de manera más fiel al sentido de sus vidas en donde descubren que lo que ellos han estado viviendo definitivamente nada tiene de real.

Tim Allen aprende a arar la tierra y a redescubrir que el trabajo implica un proceso de intima conexión con la naturaleza y sus necesidades, que la vida tiene ciclos y sus propios procesos en donde puedes hacer crecer y crear cuando logras comprender y respetar que es así en todo. En una escena está sentado observando con asombro cómo empieza a crecer la siembra y no puede creer que el haya colaborado para que eso sucediera y su amigo Amish le dice tomando un puñado de tierra en sus manos: “todos nos critican por que supuestamente estamos aislados de la realidad, pero esto, esto es la realidad”.  Su esposa se siente incómoda entre estas mujeres extrañas que cocinan, bordan, cuidan a sus hijos, por que la hacen sentir una inútil, ella que días antes le reclamaba a su esposo que le haya impedido realizar su sueño como diseñadora, siendo ahí en medio de esta aparente rutina agotadora con estas familias en donde no hay luz ni teléfono donde vuelve a diseñar y a redescubrir que más que un sueño que nos lleva al éxito, la vocación tiene que tener un significado vivo con sentido.

Lo que muchos llaman realidad o mundo real, es tal vez lo más lejano a ella, muchos de mis pacientes llegan justo con esa inquietud, ante no poder adaptarse a las exigencias del “mundo”, producir hasta el cansancio, sacrificando salud, familia, anteponiendo deseos antes que necesidades, en un ambiente consumista y ególatra en donde somos el centro del universo para satisfacer nuestros deseos en una carrera loca por la supuesta felicidad que ha incluido ya no solo a los adultos, sino también a los jóvenes y a los niños que sin entender porque simplemente deambulan sin encontrar un sentido, olvidando sus verdaderas necesidades humanas y lo que la realidad exige y nos demanda ante nuestra propia humanidad.

La realidad definitivamente debe dejar una huella, esa vida que todos añoramos y extrañamos por la cuarentena, tal vez no es la auténtica realidad sino una que nos hemos construido, y esta que nos ha tocado vivir ahora es muy probablemente la que nos acercará a esa de la que hemos huido sin darnos cuenta.

Un espacio de mi consultorio

Durante más de veinte años cada uno de mis pacientes con sus historias de dolor, de sufrimiento y de éxito deja siempre una huella muy profunda en mí. No he viajado por el mundo, pero llevo ya muchos años escuchando con mucha atención, leyendo, estudiando, investigando y por supuesto mirando con un profundo respeto la realidad, incluyendo las situaciones que la vida me ofrece, como mis problemas de salud y la cotidianeidad que puede en mucho sorprenderme aun en su aparente insignificancia, no salgo a fiestas los fines de semana, no me muevo en círculos intelectuales, no recibo reconocimientos de prestigiosas universidades, ni condecoraciones de las autoridades que a mi parecer están cada vez mas y mas alejadas de lo que es la realidad, estoy aquí en mi biblioteca con más de 3000 libros, rezando todos los días, acompañada de mi familia y todos mis pacientes así como de aquellos que acuden a mis talleres, círculos de lectura y cines filosóficos para conectarme siempre y directamente con la asombrosa e increíble realidad, esperando siempre recibirles para viajar tal vez como me dijo otro de mis pacientes pues es la sensación que experimenta cuando entra a la biblioteca: “es como si al entrar te transportaras a otro lugar fuera de Mérida” y si, tal vez nos transportamos a un espacio en donde intentamos acercarnos lo más posible a descubrir “la realidad”  para despertar las preguntas últimas y por eso no me he aburrido en la cuarentena.

viernes, 12 de junio de 2020

EL SENTIDO ME ENCONTRO DE NUEVO EN LA CUARENTENA


“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida”. Viktor Frankl

He vivido en confinamiento desde hace varios años, cuando una enfermedad crónica en plena juventud y vida productiva llegó a mí, justamente estaba por inaugurar el Instituto Hypatia, uno de mis primeros proyectos y estuve a punto de no hacerlo. El Lupus es una enfermedad autoinmune que te limita de una manera drástica, así que mi vida no sería la misma, siempre fui muy activa, y apasionada en lo que hago, estando embarazada de mi primera hija tenía 2 empleos y además mi consultorio privado, así que la noticia de tener que bajar el ritmo y además privarme de ciertas actividades a plena luz del día por el problema con los rayos ultravioleta no fue fácil de asimilar. La vida tiene limites siempre lo supe pero no se me habían manifestado tan drásticamente, al final parecía que yo siempre los sobrepasaba.  No detuve mis proyectos, lo que hice fue renunciar a mi empleo para dedicarme a ellos, todos me dijeron que era una locura y como suele sucederme la enfermedad se convirtió en un reto más, y ahí fue donde sin darme cuenta el camino del sentido de mi vida inició sin proponérmelo.

Muchos saben que soy psicóloga y estudié filosofía, pero es la filosofía lo que rige la mayor parte de mi trabajo y de mi vida, de ahí he dado un salto a la teología y el panorama se ha ampliado de una forma increíble. Cada situación, cada momento se ha convertido en un regalo, en un signo, que siempre intento abrazar, ya no se trata de desafiar los límites para probarme que soy invencible y por eso tengo un valor, opté por empezar a contemplar y apreciar la realidad e intentar descifrar el significado que lleva implícito,  y es así que cada situación se convierte en pequeñas huellas que se quedan impregnadas siendo los faros con los que me voy guiando para descubrir mi camino, y paso por momentos que he llamado “intentar ser fiel a mi naturaleza” a lo que mi corazón me dicta y entonces descubrí que no estoy buscando el sentido, la realidad es que el sentido me busca, me ha buscado siempre.


Mi consultorio
Hace ya más de 3 años que nos mudamos a la ciudad de Mérida, siguiendo el llamado de la realidad, había fundado una biblioteca con más de 3000 libros donados, la situación económica en Campeche no estaba bien, estábamos en una fase crítica y me cuestionaba si hacer homeschooling con mis hijos era una buena decisión, iba buscando más que un sueño, poder concretar un estilo de vida propio adaptado a mi circunstancia sin negar la realidad que se me presentaba.  Nos mudamos y no fue sencillo, fue un proceso difícil pero lo logramos, la biblioteca se transformó en un hijo hermoso fruto de mi primer proyecto y la aceptación de las personas en Yucatán fue inmediata.  El Gato de Alicia se ha convertido en el nuevo faro que me lanza las piezas para descubrir y dar forma a lo que estaba buscando.  Encontré que mi trabajo terapéutico y filosófico se adaptaba maravillosamente al enfoque que la cultura en su esencia tiene como función en la vida, y que urgen espacios que den prioridad a la naturaleza humana y que ayuden a las personas a recobrar el reencuentro con su humanidad y entonces armé actividades como  Cines filosóficos, círculos de lectura, un taller de escritura terapéutica, otro de fotografía terapéutica, charlas y conferencias, una tertulia literaria y cinéfila cada quince días y por supuesto las psicoterapias, mi consultorio está en la biblioteca ofreciendo el servicio de Consultoría Filosófica y Terapia existencial.

Pasó el tiempo y todo parecía ir de maravilla, era empezar de nuevo en otro lugar pero eso no nos detuvo, el espacio ya nos quedaba pequeño, la gente respondió muy bien, la biblioteca está en nuestra casa, mis hijos hacían homeschooling y la vida parecía sonreírnos, hasta que de pronto nuevamente la realidad como generalmente acostumbra hizo de  las suyas y decidió imponerse como mejor le parecía en estos momentos. En medio de la pandemia confieso que me he sentido viviendo en una distopía de las mas bizarras que se me pudieran ocurrir, sin embargo yo en mis expectativas más realistas y profundas visualizaba que esto pasaría algún día, lo que nunca imaginé es que me tocaría vivirlo, y nuevamente la realidad me exigía y me hablaba para exigirme y decirme cosas que necesitaba abrazar y entender pero para mi sorpresa el camino ya se había iniciado, aquellos cambios que empecé a hacer años atrás cobraron un sentido más grande y me asombraba que lo único que hacía era responder de forma  casi instantánea porque ya todo estaba ahí.

La biblioteca no ha podido abrir sus puertas desde que empezó la contingencia, pero todo ahora lo estamos haciendo vía internet, el primer paso fue dar mis consultas en línea, mis pacientes y yo nos hemos adaptado de maravilla y sus procesos han sido enriquecedores y poderosos tengo que confesarlo, han sido fuertes, valientes y lo vamos logrando, de ahí pasar los talleres y las actividades era algo complejo, por que partimos de la premisa de que es necesario el contacto y la presencia para que el proceso sea efectivo, pero me di a la tarea de intentar transmitir y crear el ambiente que logro cuando las personas se encuentran cara a cara y lo he conseguido, y ahora podemos contar con la presencia de personas de muchas partes de la república que desde hace tiempo querían disfrutar de nuestras actividades. Me han surgido ideas, y proyectos nuevos, armé un taller de contemplación que tuvo una hermosa respuesta y parece que la creatividad no se detiene.




Lo más bello de todo ha sido la convivencia familiar, ya pasábamos mucho tiempo juntos, pero poder sentir que tenemos en nuestras manos una parte de la situación nos ayuda mucho aunque la gran parte de todo parece que se sale de nuestro control y no sabemos cuánto tiempo va a durar. Sin planearlo hemos recuperado nuestro espacio ya que como comenté la biblioteca está en nuestra casa, y al abrir las puertas al público compartíamos y perdíamos un poco de privacidad y a veces no disfrutábamos de la biblioteca tanto como quisiéramos, pero ahora eso ha cambiado, cada espacio es ahora valioso y lo estamos disfrutando al máximo.  Para mis hijos no ha sido sencillo, a pesar de ser educados en casa, Sofía ya este curso iniciaba la universidad y Rafa estaba realizando actividades que en verdad le apasionaban y le enseñaban mucho, entre ellas quería hacer su primera comunión, un sueño que venía postergando y todo eso ahora se ha tenido que poner en pausa.

Rafa tocando su batería que ahora está en la biblioteca

Extraño a las personas, abrazarlas y darles besos, soy muy física en ese sentido, añoro las tertulias cada quince días esa convivencia con seres especiales que se han convertido ya en parte de mi familia y a quienes les agradezco de corazón dejarnos entrar en sus vidas, y de ahí todo el movimiento, los usuarios de la biblioteca, las funciones de cine filosófico y los talleres. 

Desde que empezó todo no he salido para nada de la casa, llevo más de 2 meses confinada,  he visto el mundo a través de las noticias y de lo que leo e investigo en la red, y por supuesto de lo que me comparten mis pacientes y las personas que toman mis talleres, el que sale a trabajar y a hacer las compras es José, literalmente estoy trabajando arduamente y no me he detenido en la casa, pero hoy me vi en la necesidad de hacerlo porque me contrataron para dar una charla a 42 ejecutivos conectados en línea en sus casas y algunos en sus cubículos, misma que impartí desde las oficinas de la empresa y cuyo tema fue “El Sentido del Trabajo en un enfoque existencial” y confieso que no sentí una gran diferencia, pensé que al salir me sentiría emocionada al ver la calle y a las personas, y si, en parte fue genial ver gente y observar a todos con sus cubre bocas e intentando darte una sonrisa, pero la verdad es que la vida aun así sigue siendo asombrosa, y lo que la cuarentena me ha obligado a sentir, a pensar y a hacer se lo agradezco infinitamente.  

Darme cuenta que la realidad nos impacta a todos en una misma dimensión pero en circunstancias diferentes ha sido algo que me obliga a cuestionarme cosas muy esenciales y a confirmar otras que ya venía yo repitiendo constantemente, “la realidad es una para todos” nos guste o no, nos interpela a todos, se nos impone: la muerte de la gente, el sufrimiento de los afectados, todo me involucra lo quiera o no, estamos inmersos en esta realidad nos agrade o no, pero soy yo la que decide si quiero verla, como verla y como enfrentarla, pero si le resto a la realidad el poder que tiene en sí misma para abrazar el mensaje que conlleva estoy privándome de la mejor parte que la vida me ofrece. Me va quedando claro poco a poco que no soy yo el punto de partida ni el final, esto es mucho más amplio y me atrevo a decir que infinito, lleno de posibilidades, buenas y malas, duras y dolorosas, para esta pandemia soy una persona de riesgo según las estadísticas gracias al Lupus, al principio el miedo me invadía pensando en todo lo que no quería que me sucediera, como la primera vez cuando me dieron mi diagnóstico años atrás y entonces me enfoqué en todo lo que estaba a mi alcance, en lo que esta circunstancia me exigía una vez más, mis hijos, mi esposo, nuestra casa, el dolor de mis pacientes, sus necesidades, las mías, las nuestras y el sentido me buscó nuevamente, y seguro me seguirá buscando y yo abierta y confiadamente como lo hago siempre asumiendo que proviene de algo más grande que yo, sin dudarlo me dejaré encontrar.



viernes, 14 de febrero de 2020

DEL AMOR Y OTRAS DISCAPACIDADES


“Si uno no se encuentra jamás, ni siquiera por un instante, en el clima de un encuentro, abandona este mundo con la convicción de haber vivido una existencia privada de sentido y de valor; se marcha vacío, porque no ha sido llenado por nadie”. (S.Grygiel)

Una de las cosas que más disfruto de mi trabajo como psicóloga es el  trabajo con parejas.  En mis veinte años como psicóloga he visto transformarse la situación emocional y psicológica de las personas, confieso que actualmente los problemas son más intensos, críticos y me atrevo a decir que graves. Por ejemplo, no era tan común diagnosticar depresión crónica y ahora es de los diagnósticos más frecuentes, con complicaciones como ideas suicidas o intentos de suicidio y trastornos de ansiedad.  En las relaciones de pareja este fenómeno de la transformación no podía quedarse atrás, y he observado como las relaciones han mutado pero aquello que siempre las ha sostenido y el motivo por el que nacen es justo lo que permanece intacto aun con el paso del tiempo.



Algo que he descubierto es que las personas tenemos más que nunca una dificultad para crear vínculos, no estamos hablando de lo que todos conocemos como habilidades sociales, el vínculo es algo más profundo, es la conexión que establecemos con algunas personas y que termina ayudándonos a definir algo más que nuestra identidad.  En esa necesidad humana de establecer encuentros, se halla la de lograr relaciones que nos permiten reconocer el valor de nuestra existencia personal, es decir, el sentir y saber que nuestra presencia es bien recibida en este mundo y que además tiene una razón. 
El primer encuentro lo tenemos con nuestros padres, son los primeros vínculos que logramos formar, y es de esa manera en que aprendimos a construir o no esos vínculos que repetiremos en cada una de las relaciones que tengamos en el curso de nuestra vida. No todas nuestras relaciones califican como encuentros, no con todos construimos vínculos, solo contadas personas pueden en este sentido rescatar nuestra humanidad y revelar nuestra existencia y es que estos encuentros exigen siempre otro más profundo y verdadero. Nuestras relaciones se convierten en un signo concreto de algo divino que nos conecta con el infinito.


Viene a mi mente la película Angel-A, esa historia francesa del director Luc Besson muy famoso por su obra maestra El Quinto Elemento, que nos narra la historia de un hombre, André de 28 años cuya vida está en completo caos, se dedica a estafar a las personas y tiene una deuda con unos mafiosos que en esta ocasión han amenazado con matarlo, ante la dificultad de resolver su vida de fracasos decide suicidarse en el río Sena y es ahí donde encuentra a Angel-A que también está por saltar del puente, André le pide que no lo haga pero ella insiste y al lanzarse, es él quien la rescata y es justo ahí donde empieza esta conmovedora historia.  André y Angel-A logran establecer un encuentro que los salva a ambos, la película narra de forma muy sencilla pero a la vez profunda la forma en que algo mucho más que el sentimentalismo une a las parejas y como se construye un vínculo que desvela la existencia de cada ser.  

Angel-A le confiesa a André que es un Angel y que fue enviada para salvarlo pero en sus planes no estaba enamorarse y es que ella también necesita ser salvada. Angel-A le enseña a André que no puede dar amor porque tal vez nunca lo recibió y es imposible también que pueda dárselo a sí mismo, esta discapacidad emocional por llamarla de una forma le dificulta también recibir amor y por supuesto esto es lo que llamamos no poder crear vínculos.


Vivimos una época donde las personas ya no construimos vínculos, en las familias los hijos y sus padres ya no solo no pasan tiempos juntos, sino que sus relaciones tienden a ser más que superficiales, es decir no podríamos llamarlas encuentros, eso tal vez sucedía en el pasado pero los hijos contaban con otros entornos que les ofrecían lo que los psicólogos llaman redes de apoyo en donde poder encontrar relaciones que les ofrecieran esos vínculos que no construían en casa. Actualmente eso ya no sucede, y es que la pandemia de depresión de la que habla la OMS tiene mucho que ver con esa pandemia de soledad que viven las personas, porque sus vínculos no existen, y a la hora de encontrar pareja esa dificultad siempre sale a flote.  

Cambiar a las personas por mascotas no ayuda mucho, los encuentros y los vínculos tienen que ser de persona a persona, antropológicamente es una necesidad de nuestra naturaleza y los animales no pueden cubrir más de aquello de lo que les corresponde.  Vivir en pareja se vuelve complejo, como lo es también vivir en familia y por supuesto en comunidad.  Tengo la teoría de que las parejas nos unimos no por las virtudes que tenemos en común, sino por los defectos que tenemos en común que como piezas de rompecabezas podrán ayudarnos a descubrir aquello que nos toca resolver y también sanar, porque todos sin distinción tenemos algo por resolver, cargamos una maleta de situaciones que nos toca enfrentar y averiguar, y es en las relaciones que saldrá a flote y en medio de las crisis las podremos ver surgir y salir de ellas es nuestra mayor responsabilidad. 



El matrimonio es una alianza, me queda claro, a la que muchos temen no por lo que encontrarás en el otro, sino por lo que encontrarás de ti mismo, y todos sabemos que conocernos a nosotros mismos es el reto, es el viaje a nuestro interior lo que todos aparentemente anhelan, pero es a través de estos encuentros que podremos hacerlo, y me queda claro que por mas que evitemos hacerlo al final habrá consecuencias y tal vez tengamos que pagar precios muy altos que incluirán mucho más que el pagarle a un terapeuta.

Mariluz Barrera González
Psicóloga con Maestría en Filosofía y Certificacióon Internacional en Prácticas Colaborativas
Directora y fundadora del Instituto Hypatia y de la Biblioteca y Sala de Lectura El Gato de Alicia


martes, 14 de enero de 2020

"El Joker y el don de la Terapia"

“Un individuo acude a terapia no sólo por él, sino por el entorno inmediato que tiene el mismo dolor. Es un agente de concienciación y cambio para él y para el entorno.  Tiene una iniciativa que es social y política. Su responsabilidad es la evolución de todos.  Su herida, es la herida del otro, del tiempo herido y del planeta herido.  Si logra sanar, sana también el tiempo, su entorno y el planeta.”  - Jean-Marie Delacroix

(Obligatorio)

El Joker me fascinó, es una película que te hace pensar y que puede hacerlo en distintos ángulos, a mí por ser psicóloga me ha hecho reflexionar en la salud mental y en una de mis grandes pasiones, la psicoterapia.

Casualmente en estos días llegó a mis manos un libro, “El don de la Terapia”, de Irvin D. Yalom, autor de la famosa novela “El día que Nietzche lloró”, es hijo de padres rusos, doctor en medicina, psicólogo de profesión y profesor de psiquiatría en la prestigiosa universidad de Stanford; su libro me recordó algo que viene inquietándome  y es la dificultad que las personas tienen para pedir ayuda y lo difícil que a la sociedad actual le resulta brindarla, al menos la ayuda que realmente necesitamos.


El autor describe su libro como una carta abierta a una nueva generación de terapeutas y a sus pacientes,  plantea que quiere pasar a otros lo que ha aprendido pero está consciente de que  ofrecer consejo e inspiración a la siguiente generación de psicoterapeutas es problemático debido a la gran crisis en la que se encuentra nuestra profesión. Primero el sistema de salud en crisis que gestiona cuestiones económicas y que impone tristemente una modificación radical de los tratamientos psicológicos y es que las personas en medio de toda la gama de abanicos y opciones que se presentan como soluciones a sus males tratan prefieren lo que resulte más práctico, fácil y económico, y entonces la psicoterapia está obligada a modernizarse es decir a resultar más económica y por consiguiente breve, superficial e insustancial.  Una de las cosas de las que se quejan las personas es la dificultad para acceder a un servicio psicológico de calidad y a buen precio, algunos se atreven a plantear –incluso los mismos psicólogos- que es un servicio excluyente porque solo existe para quien puede pagarla, curiosamente no lo dicen del iphone, de una educación privada o de lujos como viajes o pasatiempos costosos, para los que muchos hacen sacrificios para poderlos obtener, aunque asumimos que no todos son de primera necesidad, y es que generalmente ir con un psicólogo se nos hace caro, algunos piensan que es un lujo que no consideran una inversión y para colmo los servicios gratuitos de salud ofrecen atención de muy baja calidad y como sucede en la película ante recortes de presupuesto siempre se eliminará de las prioridades, incluyendo que  los sueldos de los psicólogos nunca se equiparan a los de otros profesionales de la salud.

La película es un fiel reflejo de cómo por más que intentamos huir del sistema, terminamos convirtiéndonos en un producto suyo lo queramos o no, y es que la salud mental y emocional siempre he pensado que no es un asunto cien por ciento privado, y cuando digo esto me refiero a la responsabilidad social y comunitaria que implica el que nos ocupemos de estar bien, no es un problema que solo nos afecte solo a nosotros, el que lo hagamos o no lo  hagamos repercutirá en otros, tanto en los que están cerca como en los que no lo están, por que el impacto que tenemos en la vida de otros no es voluntario la mayor parte del tiempo, la historia de nuestra existencia no es algo que nos incluye solo a nosotros, hay muchos mas incluidos y sin proponérnoslo estamos en sus historias como la película nos lo muestra todo el tiempo.  El no ocuparnos de nuestra salud mental y emocional nos convierte en carne de cañón para el sistema que con sus causas e ideologías nos puede crear problemas y soluciones que nada tienen que ver con nuestra naturaleza, y es que ya ni siquiera nos interesamos por averiguar qué es lo que necesitamos como seres humanos, e intentamos dar solución a situaciones emocionales desde ámbitos que no le competen, como ejemplo tenemos el divorcio, en donde un asunto emocional termina convirtiéndose en un problema visto únicamente desde la perspectiva legal, y un juez con abogados tiene que solucionar algo que las parejas también debieran resolver en el consultorio de un psicólogo y es que a la ley no le corresponde arreglar problemas de comunicación, de codependencia o de dificultad para construir y mantener vínculos.


Actualmente muchos problemas emocionales intentamos resolverlos creando leyes, inventando causas que disfrazan carencias o conflictos que traemos sin resolver, estamos proyectando en asuntos políticos y legales cuestiones personales que debieran resolverse de forma particular. Es increíble la forma en que una dificultad en el entorno familiar, la falta de autoestima,  por mencionar algunos problemas como en el caso de la película pueden derivar en un resentimiento social dirigido a otros ciudadanos y al sistema visto como una figura paternal que nos traerá las soluciones que nosotros mismos no hemos podido gestionar porque ni siquiera nos hemos ocupado por saber cómo llegamos a ese punto y en averiguar cómo funciona nuestra naturaleza.  La realidad es que Arthur intentó hacerlo, quiso recibir ayuda, el problema es que esa ayuda proveniente del sistema será dada en la medida de lo que él considera que necesitas, y eso muchas veces no coincide con la realidad.
Cuando me preguntan quién necesita la terapia, siempre contesto que la necesitamos todos, y es que a pesar de que la película nos la presenta como una herramienta exclusiva para un trastorno mental, la realidad es que el apoyo psicoterapéutico enfocado desde una perspectiva existencial es una  opción para todas las personas.  



Cuando la gente me cuestiona que corriente manejo, confieso que se me dificultaba darle un nombre, con el tiempo me enfoqué a la terapia existencial, y descubrí que habiendo estudiado una maestría en filosofía, mis sesiones definitivamente tienen un enfoque más profundo y enfocado a asuntos existenciales que todos en algún momento intentamos resolver.
Otra de las cuestiones que plantea Irvin D. Yalom, es que no pierde la fe en que en el futuro una generación de terapeutas provenientes de una variedad de disciplinas , (psicólogos, consejeros pastorales, filósofos clínicos ) continuarán consagrándose a una rigurosa formación y encontrarán pacientes deseosos de un crecimiento y un cambio profundos y dispuestos a realizar un compromiso de final abierto con la terapia, advierte que es justo para estos terapeutas y para estos pacientes que escribe su hermoso libro El don de la terapia.
Para mí la terapia es un “encuentro”, alguna vez escuché que es el encuentro de dos almas, y es curioso porque psicología es justamente lo que significa, “tratado del alma”, pero no desde una perspectiva espiritualista como muchos quieren hacerla pasar, sino desde un enfoque filosófico en donde el alma es aquella esencia del hombre en donde radica su razón y todo aquello que lo define y lo hace persona.

La filosofía se convirtió en mi herramienta, porque es desde la naturaleza del hombre donde empecé a observar nuestras carencias que se convertían en conflictos psicológicos que eran el síntoma de algo más profundo y de pronto me encontraba en mis sesiones hablando del sentido de la vida, o intentando ayudar a responder la inquietante pregunta de ¿Quién soy?, y como bien menciona Yalom terminamos enfocándonos a lo que él llama “preocupaciones últimas” y que se vuelven relevantes en la psicoterapia: la muerte, el aislamiento, el sentido de la vida y la libertad.

El Joker se queja de falta de empatía, se harta de esa invisibilidad que experimenta fruto de la indiferencia, y es que a través de estos encuentros que nos remiten a vínculos que nos rescatan como escribí en mi artículo “Del amor y otras discapacidades” que dependerá el salir de esta invisibilidad, pero como planteo es evidente que la gran mayoría tenemos esa dificultad y como sociedad no podemos ofrecer una mirada al otro que pueda rescatarlo y entonces no reconocemos su humanidad y terminamos convertidos en meros objetos muchas veces hasta antes de nacer.  “La psicoterapia no es un sustituto de la vida, a diferencia de lo que muchos creen la relación no es un fin, sino un medio para un fin, la intimidad de la relación terapéutica cumple con muchos propósitos, provee un lugar seguro para que los pacientes se abran lo máximo posible y más aún, les ofrece la experiencia de ser aceptados y comprendidos tras una profunda apertura o revelación y enseña la habilidad necesaria: el paciente aprende aquello que es necesario en una relación íntima, y aprende que la intimidad es posible, incluso alcanzable”.


Es importante aclarar que existen muchas corrientes en psicoterapia, no todos los psicólogos manejamos la misma postura, y cada uno crea su propia forma y método muy particular, en la relación psicoterapéutica es mi propia persona el instrumento de trabajo, e independientemente de que exista una técnica, el método es personalizado por que partimos de que cada individuo es único (incluyendo el psicólogo) y todas las situaciones se viven y experimentan de forma muy personal, y es de esta relación que se construye y de este vínculo que se crea que depende el éxito o fracaso del proceso y hacen de estos los elementos esenciales de la cura terapéutica.

Vivimos tiempos extremadamente complejos, pero a pesar de que el mundo cambia los conflictos existenciales que la humanidad ha vivido siguen siendo los mismos, esos nunca cambian, leer a Aristóteles, a Descartes, a San Agustín y a Dostoyevski por mencionar algunos  lo confirma, los problemas que veo a diario también, el detalle está en que nos quieren hacer creer que si cambian y por lo tanto pareciera que lo que antes necesitábamos ya no es esencial y nuestra escala de prioridades humanas se modifica, pero como Arthur plantea en ese dolor del que no puede desprenderse lo peor que puede pasarnos padeciendo un trastorno mental o existencial es que la gente te trate como si no los tuvieras, y eso es a lo que yo llamo evadir la realidad.

Mariluz Barrera González
Psicóloga con Maestría en Filosofía y Certificación Internacional en Prácticas Colaborativas
Directora y Fundadora del Instituto Hypatia y de la Biblioteca y Sala de Lectura  El Gato de Alicia.


lunes, 25 de noviembre de 2019

Desescolarizando la Vida (3a. Parte)

"La Tarea debe ser difícil porque solo lo difícil inspira a los nobles". Soren  Kierkegaard

Esta es la tercera parte de una serie de artículos que cuentan un poco de mi vida con mi familia desde que decidimos hacer homeschooling.  Muchas cosas han pasado desde nuestra primera y segunda entrada sobre el tema y hoy estamos de fiesta.



Mi hija Sofía cumple en diciembre 16 años y hoy obtuvo su certificado de Preparatoria. Recuerdo cuando estábamos totalmente indecisos de sacar a Sofía y a Rafa de la escuela, las críticas que llevó esta decisión fueron muy duras, todo lo que hemos enfrentado no ha sido sencillo pero ahora que veo en retrospectiva le digo a mis hijos que no solo somos valientes, sino que somos personas con convicciones mas firmes que muchos en medio de un mundo en donde la gran mayoría no sabe ni lo que quiere ni lo que necesita y que deben sentirse orgullosos por ello.

Como madres y padres siempre tendremos dudas y mas en la actualidad, pareciera que existe un manual para todo, para vivir, para ser feliz, para ser madre, para ser mujer, para ser niño, para ser libre, para ser objetivo, etc, etc, y más etc.  La vida no tiene un manual, hay caminos con métodos muy específicos que se adhieren a nuestra naturaleza, yo prefiero optar por ellos. Todos hablan de educar en pensamiento crítico pero la realidad es que las escuelas son del sistema y tienen como todo una línea que incluye una cosmovisión sobre la forma en que entienden lo que es el hombre y por su puesto su existencia, el problema es que cada día eso se aleja mucho más de la realidad y las consecuencias las vemos a diario, yo en mis 20 años de ser psicóloga lo he visto en mi consultorio y fue por todo aquello que he vivido y escuchado que decidí tomar esta radical decisión.

He intentado ser responsable y autosuficiente con mi vida, trabajo por mi cuenta, lo cual no ha sido sencillo y ahora educar a mis hijos ha sido todavía mas complicado, implicaba tener certezas pero sobre todo asumir la responsabilidad.

Ahora es hermoso acompañar a Sofía a tomar una decisión con respecto a lo que sigue ahora que tiene su certificado de prepa, puede entrar a la universidad si así lo desea o esperar y estudiar algo que le interese con respecto a la música pues toca el violín, lo interesante es que quiere estudiar dos carreras y su papá y yo le decimos que tiempo es lo que le sobra y que se ha probado a sí misma que tiene la capacidad, la competencia es con uno mismo y los retos además de los que nos plantea la vida incluyen los que nos ponemos nosotros.

Actualmente no solo tengo el proyecto de la biblioteca que me implica organizarlo y dirigirlo, sino también incluye todas las actividades, los talleres, las conferencias y por supuesto mis pacientes, a eso agreguemos que estoy cursando un diplomado de Antropología Filosófica y una Certificación, organizar mis tiempos y nuestros horarios es vital pero la flexibilidad y adaptabilidad son nuestras mejores aliadas, a eso agreguemos la autodisciplina y la organización, confieso que pensé que no lo lograríamos, pero lo hemos conseguido poco a poco.

Adaptar mis problemas de salud, mis convicciones y mis sueños no ha sido sencillo, generalmente no hago planes, la vida me presenta posibilidades y literalmente construyo con lo que tengo a la mano, creo firmemente que la realidad nos habla y nos exige y como buen ser humano que soy intentando seguir fielmente mi naturaleza busco crear siempre algo con lo que se me da.

Todavía tenemos muchos retos que vencer.  Rafa apenas tiene 11 años, el que Sofía entre a la universidad nos emociona pero nos inquieta, no lo esperábamos tan pronto y nuevamente la vida nos dice algo y como hemos hecho hasta ahora simplemente responderemos fielmente a su llamado.

Aquí les dejo el link de la Primera Parte y de la Segunda parte del artículo. y ya nos leeremos pronto para contarles como vamos con esta aventura de desescolarizar la vida.

 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

LA UTILIDAD DE LO INUTIL


Ya en algún momento les platiqué a grandes rasgos del maravilloso proyecto que iniciamos mis hijos y mi esposo al fundar una biblioteca y de la actividad del cine filosófico, ya les contaré en otro artículo con más detalle su historia y como nació, en esta ocasión les platicaré de otra de las actividades que ha cobrado mucho éxito y se ha vuelto muy popular.  Opté por realizar pequeñas presentaciones y exposiciones al público que he llamado “Conferencias” de temas que me parecen de interés y que en mi trabajo como psicóloga observo suelen ser hasta cierto punto preocupantes, con la intención de invitar a la reflexión, casi siempre tomo como base algún libro sobre el tema que me ayude a argumentar y a poner en contexto la situación planteada.  Una de las conferencias que ha gustado mucho, es la titulada, “La utilidad de lo inútil” y está basada en el famoso manifiesto de Nuccio Ordine que lleva el mismo título. 



Nuccio Ordine es profesor, filósofo y uno de los mayores conocedores del Renacimiento y del pensamiento de Giordano Bruno y en la actualidad es profesor de Literatura italiana en la Harvad University Center for Italian Renaissance Studies y del Aleander von Humbolt Stiftung, navegando por internet buscando información sobre la función actual de las universidades y de cómo han perdido la noble intención para la que fueron creadas encontré una conferencia de este revolucionario filósofo que se ha convertido en un crítico de las mismas y defensor acérrimo de las humanidades, indagué y encontré este bello manifiesto.



En mi conferencia abro con estas preguntas que serían los puntos a tratar y que nacen de lo que he observado durante mis más de 20 años como psicóloga trabajando con pacientes de diversas edades en el consultorio y de lo que observo en nuestro diario vivir: ¿Para qué sirve la Filosofía, la psicología, la literatura, el arte, la religiosidad?, ¿Cuál es la utilidad de todos los saberes que aparentemente no producen beneficios?, ¿A qué nos referimos con "utilidad"?, ¿Cómo está afectando la pérdida de lo aparentemente inútil al sentido de Humanidad y al estado mental y emocional de las personas?, ¿Puede la depresión, tener alguna conexión con la exclusión de los saberes inútiles de nuestras vidas?.

Después de abordar un poco de la biografía del autor, planteo la definición que Ordine nos presenta de lo que significa “utilidad” y de la importancia de aquellos saberes  que son fines por si mismos y que precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada alejada de todo vinculo práctico y comercial pueden ejercer un  papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad y es que en realidad se considera útil todo aquello que nos ayude a hacernos mejores.

Esta inquietud por la utilidad de lo inútil nace por la dificultad que muchas personas tienen para entender la pasión que pongo en mis proyectos y porque considero que son esenciales, y es que la Psicología y la Filosofía son actualmente áreas consideradas poco importantes, aun en pleno siglo que presume de progresista y diverso ir al psicólogo sigue siendo un tabú y en lo personal la gente me ha dicho que siente pena por mi porque consideran que la psicología y la filosofía son charlatanería que no sirve para nada.



Después introduzco a los oyentes en un pequeño panorama actual en el tema de la salud mental y emocional a nivel internacional, les comparto estadísticas de cómo en los países de primer mundo de los que tanto presumimos y tomamos como ejemplo para enarbolar el progreso, presentan altos índices de depresión principalmente en sus ciudadanos más jóvenes, así como en problemas de alcoholismo, suicidio y hasta de violencia intrafamiliar. Les platico del informe llamado “En la sombra de la felicidad” en donde analizaron datos recogidos a lo largo de cinco años -entre 2012 y 2016- para tratar de construir un mejor panorama de las llamadas "superpotencias de la felicidad” y les platico del ya famoso documental “La teoría sueca del amor” en donde su director, Erik Gandini, lanza una hipótesis provocadora y nos invita a viajar a la Escandinavia de los años setenta convertida en el paraíso terrenal de los ateos progresistas en el cual los gobiernos nórdicos aceleraron entonces una de las grandes operaciones de liberación individual de la historia: que ninguna persona —mayor, joven o enferma— tenga que depender de otra para subsistir y después de casi más de cuarenta años podemos ver algunas de sus consecuencias.

De ahí hacemos una interesante reflexión de lo que hemos llamado calidad de vida y por supuesto felicidad, porque mirando el panorama, estos países de primer mundo parecen más bien estar satisfechos con su calidad de vida en términos de comodidad y economía pero están muy lejos de ser y sentirse felices, como lo demuestran sus estadísticas en temas tan delicados como los ya mencionados y que nosotros en el sureste de mi país vivimos muy de cerca, ya que Yucatán a pesar de ser el estado más seguro del país, registra 5 veces más muertes por suicidio que por homicidio a pesar de haber sido nombrado por la ONU como uno de los mejores del mundo y en particular de México para vivir.

Por último intento plantearles a los presentes desde mi muy limitado conocimiento lo que se define por naturaleza y persona, desde la corriente filosófica que estudié y que confieso me ha brindado herramientas increíbles para poder comprender y ayudar de forma más profunda y certera a mis pacientes y por lo que actualmente estoy estudiando un diplomado en Antropología Filosófica Contemporánea por que el tema de la Naturaleza pienso es muy probablemente el meollo del asunto en todas nuestras crisis existenciales que terminan en problemas psicológicos que ahora alcanzan no solo a los adultos sino a niños y adolescentes, y que llegan a mi consultorio con una frecuencia intensa que en mis veinte años jamás había visto.

Mi conclusión retomando lo defendido en el manifiesto, es que justamente porque hemos negado lo que realmente necesitamos basándonos en nuestra naturaleza humana es que vamos en declive en los temas más esenciales y que desgraciadamente en las aulas universitarias se ha excluido. Esos saberes que se consideraron inútiles por que aparentemente no producen, los hemos eliminado no solo de las instituciones sino de nuestras casas y de nuestra vida en particular.  Mis pacientes difícilmente pueden intentar recuperar -por que se resisten a soltar esa vida “útil” aparentemente productiva en donde ya no solo adultos sino también niños ya están incluidos-, aquellas experiencias esenciales que son las que realmente les ayudan a ser quienes son, como por ejemplo volver a tocar un instrumento que por años practicaron, pasar tiempo con su familia, disfrutar de una tertulia literaria con amigos, estudiar algo por el simple gusto de aprender, o ya en extremo renegar de los asuntos religiosos porque hemos realmente creído que las religiones han sido el opio del pueblo cuando las estadísticas nos demuestran que en países de primer mundo a pesar de que disminuyen los creyentes y desaparecen las iglesias también aumentan los suicidios, la depresión y el consumo de ansiolíticos como de antidepresivos y son justo las personas más religiosas las que tienen más probabilidades de ser feliz.

 Cierro la conferencia en medio de un silencio abrumador y con la visible muestra de rostros estupefactos con una  lista para llevarnos a casa para pensar y con posibilidad de grandes reflexiones que Nuccio Ordine me obsequió en su manifiesto y que pude conectar de maravilla con lo que vivo y miro a diario, aquí les comparto solo algunas:

-          “En los pliegues de las actividades superfluas, en efecto, podemos percibir los estímulos  para pensar un mundo mejor”
-          “En los momentos de crisis económica, cuando las tentaciones de utilitarismo y del mas siniestro egoísmo parece ser la única estrella y la única ancla de salvación, es necesario entender que las actividades que no sirven para nada podrían ayudarnos a escapar de la prisión a salvarnos de la asfixia, a transformar una vida plana, una no vida, en una vida fluida y dinámica, una vida orientada por la curiositas respecto al espíritu y las cosas humanas”.
-          “La supervivencia de nuestra civilización se encuentra estrechamente ligada a la dignificación del espíritu, al despertar de la sensibilidad. Somos algo más que un buen trabajo y una hipoteca”.
-          “Las humanidades ayudan a conocer reflexivamente la historia para poder encontrar el propio lugar en el mundo”.

Al final aunque nos resistamos estos saberes inútiles nos ayudan a contestar la pregunta esencial que ha sido apagada por nuestro entorno abrumador: ¿Quién soy? Y que ha sido sustituida por ¿Quién quiero ser?, nos ayudan a descubrir nuestras necesidades que tristemente se han sustituido por deseos y placeres, puedo también gracias a ellos ser más crítico y no solo aprender a pensar, sino elegir en que pensar y por último no solo me llenaré la cabeza de preguntas y dudas sino que podré hacerme las preguntas adecuadas.

Cada que he dado esta conferencia ha sido una experiencia realmente increíble, a pesar de esos rostros atónitos y en donde estoy segura rondan ahora miles de preguntas y cuestionamientos, puede escucharse como hermoso cierre una ovación de aplausos que después se convierte en una amena charla con personas que se acercan para felicitarme y platicarme de situaciones que ahora entienden sobre cosas que están viviendo.  Yo solo sé que hablo desde mi experiencia, que contrastándola con la realidad ha resultado enriquecedora y a pesar de lo que todos creen me ha sido mucho más útil que todas esas teorías e ideologías que se venden en el mercado actual de la posmodernidad.  La utilidad de lo inútil es más útil de lo que creemos, los invito a intentar y probar.

viernes, 15 de febrero de 2019

DESESCOLARIZANDO LA VIDA (2a. parte)


“La tarea debe ser difícil, porque solo lo difícil inspira a los nobles” – Soren Kierkegaard

Sofía y Rafa en el garage de la biblioteca

Fue en Marzo del 2018 cuando escribí por primera vez sobre la Desescolarización de nuestras vidas, ya a casi un año de ese artículo muchas cosas han pasado y quisiera contárselas.

Primero que nada tengo que decir que la decisión de la mudanza fue de las mejores de mi vida, como en su momento dije ha sido tal vez la mas difícil pero hasta ahora no me arrepiento, el éxito de nuestra biblioteca es increíble, hay que recordar que es fruto de un esfuerzo de muchos años al que gracias a mis hijos no me atreví a renunciar, y hoy por hoy despega de una manera sorprendente.
Renunciar a mi empleo para dedicarme exclusivamente a mis proyectos y trabajar por mi cuenta ha sido algo que curiosamente mucha gente no entiende y tampoco aprueba, lo interesante es que lo hacen parecer como algo irresponsable, cada vez que le digo a alguien que José después de varios años ahora tiene un trabajo fijo, me contestan: “que bueno, porque tenemos responsabilidades”, y me pongo a pensar, ¿qué los hace pensar que José y yo no lo somos?

Decidí tomar esta decisión porque siempre he tenido un conflicto con ser congruente, hacer, pensar y sentir en un solo sentido, y darle un ejemplo a mis hijos, tener un trabajo en donde esto no se logra, nunca me haría sentir bien, era un conflicto bastante fuerte, no podía ver que en mi trabajo se hacían cosas incorrectas, llegar a casa a llorar por la impotencia de no poder hacer nada, y esperar a la quincena para cobrar mi sueldo y creer que hice mi parte y sentir consuelo por ello definitivamente no es para mí y tampoco lo es para José.  Muchos años atrás teniendo mi hija Sofía 5 años llevándola al preescolar, me vio derramar lágrimas y me preguntó porque lloraba, y le contesté que era porque después de dejarla en el colegio tenía que irme a trabajar pero que no quería llegar, entonces me lanzó la pregunta: ¿Y por qué vas, por qué no dejas tu trabajo y te buscas otro?, que una niña de 5 años te haga esa pregunta me hizo pensar después de dejarla en el colegio que es lo que Sofía estaba aprendiendo, qué le estaba yo enseñando de lo que implicaba tomar decisiones, y peor aún, sobre lo que implica un trabajo, una vocación.  Pasaron muchos años para que esa reflexión diera frutos y no fue sino hasta que años después al diagnosticarme Lupus y descubrir que era justo el ambiente y la tensión laboral lo que me desató las crisis de la enfermedad que tuve que poner en una balanza que mi prioridad era mi salud y mi vida y que arriesgarme implicaba que tenía que ser mucho más que resignada, también tenía que ser responsable.

Trabajando por nuestra cuenta hemos crecido a nuestros hijos, estudiaron siempre en escuelas privadas, nos compramos un carro del año y empezamos a pagar una casa, así como la renta de nuestra biblioteca en donde tenía mi consultorio y por supuesto nos íbamos de vacaciones.  Al no tener seguridad social siempre hemos acudido a médicos privados, mi enfermedad logró detectarse a tiempo gracias a ello, ya que en el Seguro Social tardarían 2 meses en entregarme los resultados para saber si tenía Lupus o no y al ver esto pensé en 2 meses puedo morirme, no pienso esperar y entonces salí a buscar un médico y en 2 días ya me encontraba en la ciudad de Mérida, con mis resultados en la mano de un laboratorio privado con el médico diciéndome, “Es Lupus”, y estoy segura que por eso sigo viva.

Rafa nace con una alergia a la proteína de la leche, solo podía tomar leche antialergénica, hace 11 años era muy difícil de encontrar, la teníamos que pedir a Monterrey y todo nuestro dinero se nos iba en ello, ¿cómo lo logramos? Cada que me lo pregunto miro que realmente somos increíblemente buenos José y yo, por que pudimos hacerlo. Igual que a muchas familias la economía del estado nos afectó, si tuviese que pensar en una causa que nos llevó a pasar por una situación económica complicada tal vez fue algo que muchos aun teniendo un empleo fijo viven y es la falta de planeación y administración económica, nunca hemos sido de gastar en cosas superfluas, pero no me compraría otra vez un carro del año teniendo ya uno terminado de pagar, y tal vez invertiría mi dinero, y no, no lo hice, pero si hay algo que pienso es que de todo se aprende y que a pesar de creer por instantes que había tomado malas decisiones al no tener un empleo fijo porque así me lo hacía sentir el mundo, ahora entiendo que esa no fue la mala decisión, que fue otra, así como mi terquedad de permanecer en Campeche e intentar por todos los medios que mis proyectos funcionarán ahí porque ahí hacían falta y se necesitaban, un lugar que no tiene potencial ni diversidad económica, y en donde las personas desgraciadamente en su gran mayoría trabajan para el gobierno, pero esos 15 años no se tiraron a la basura, el aprendizaje personal y profesional fue increíble y ahora veo los frutos.
Desescolarizar nuestras cabezas ha sido todo un proceso, construirnos y crearnos un estilo de vida de acuerdo a nuestros valores y convicciones ha sido complejo en medio de un mundo que ya no los aprecia, al menos muchos de los que nosotros tenemos. Somos muy religiosos, por cierto eso se lo debemos a nuestros hijos, somos muy ávidos del saber, nos gusta aprender, leer y conocer personas interesantes, también reconozco que somos muy selectivos, intentamos por todos los medios rodearnos de experiencias y personas ricas en sabiduría y buenos valores, en ese sentido si miro en retrospectiva muchos me podrán llamar tajante y definitiva pero no solo busco ser feliz, soy congruente y como psicóloga eso es algo que necesito para además así ayudar a las personas y agradezco enormemente la confianza de la gente que me pide ayuda y me siento orgullosa de saber que los acompaño y que puedo ver como sus vidas mejoran y yo crezco y evoluciono junto con sus procesos.

Rafael y Sofia han crecido mucho.  Sofía tiene ya 15 años, toma clases particulares de violín, y está a punto de presentar su examen para obtener su certificado de preparatoria, me cuenta que quiere estudiar 2 carreras, quiere ser psicóloga y también diseñadora gráfica, le gusta la ilustración, es una gran lectora, mucho más que yo y le gusta escribir y dibujar.  Rafa está por iniciar sus clases de batería y clases particulares de matemáticas, en este tiempo aprendió a nadar, y socialmente se desenvuelve de una manera sorprendente, la biblioteca nos ha dado la oportunidad de convivir y conocer a muchas personas diversas, increíbles e interesantes y eso le ha ayudado a reforzar su seguridad, sueña con ser un youtuber y paleontólogo, trabajamos en su caligrafía que es algo que le desespera y espero este año pueda entrar al fin a clases de teatro, siento observándolo en todo este tiempo que tiene mucho potencial, es histriónico y tiene una facilidad increíble para ponerse en el papel de un personaje, estoy segura que ahora que es mucho más seguro, lo logrará.

De  todos los beneficios de educar en casa, el mejor y más grande ha sido nuestra unión familiar, la relación entre Rafael y Sofía es sorprendente, se ayudan, y juegan juntos, Rafa literalmente le pide ayuda a su hermana y Sofía le enseña y lo cuida, ambos tienen responsabilidades en casa, y tenemos claro todos juntos que la economía es algo que nos incumbe a todos, cada vez que se compra o que quieren algo definitivamente hacemos una reflexión sobre su importancia y de cómo nos afectará a todos.  Al principio la convivencia no fue sencilla, esa sensación de creer que se pierde el tiempo, aun es difícil de superar, pasar por la parte de tener que decirle a las personas cuando te preguntan en qué año van tus hijos y a qué escuela asisten aun genera un poco de ansiedad, por suerte en Mérida, hay muchas familias haciendo homeschooling así que se van familiarizando con el término, para los que no saben y hay que explicar, creo que seguirán pensando que somos unos irresponsables y peor porque además trabajo por mi cuenta y tengo una biblioteca pero la autodisciplina y la autorregulación no es sencilla pero ahora lo estoy haciendo con mi familia, no lo hacemos solos y estoy segura que lo hemos logrado y vamos por mucho más.

Aqui puedes leer la primera parte Desescolarizando la vida y aquí la 3a. Parte Desescolarizando la vida (3a. Parte)

DE LA PANDEMIA A LA COTIDIANIDAD. (De la realidad a la evasión)

  "Cualquier idiota puede superar una crisis, es la vida cotidiana lo que te consume" - Anton Chéjov La última entrada de mi blog ...